G.E. VOLATA

CHALLENGE DE LA CV DE CARRETERA 2014. ANTELLA 29-3-2014.

Federico Garcia junto a Juan Ramón Gómez.

El sábado 29 el GE Volata inició la Challenge con la prueba de circuito semiurbano de Antella. La carrera se disputaba con un recorrido de 22 kms de longitud al que tenían que dar 4 vueltas. Por lo tanto se trataba de una carrera de casi 90 kms.
Al finalizar la misma y de regreso a casa en el coche del equipo, pensamientos, reflexiones y valoraciones me rondaban por la cabeza mientras escuchaba a los corredores comentar incidencias de la prueba y chascarrillos varios. El asunto del día eran los calambres musculares.

Los calambres musculares se definen como contracciones espasmódicas involuntarias y dolorosas que se producen durante o inmediatamente después del ejercicio intenso del músculo. El 30-50% de corredores de resistencia ha sufrido alguna vez en su vida calambres musculares. Estas molestias, puesto que no se pueden considerar lesiones deportivas limitan y paralizan el mayor rendimiento del ciclista en la competencia de carrera. Este problema se produce siempre en grupos musculares involucrados en contracciones repetidas asociadas al ejercicio intenso.
La hipótesis más manida es la de el desequilibrio sérico(en plasma sanguíneo) de los niveles de electrolitos encontrando aquí conceptos como hipononatremia, hipocalcemia o hipomagnesemia. Son teorías que presuponen bajadas importantes de los electrolitos sanguíneos a causa de la sudoración del ciclista. La deshidratación y los cambios en la osmolaridad sérica(concentraciones de sustancias minerales en disolución en el plasma) no ha sido asociados en ningún estudio a la presencia de calambres puesto que en ocasiones se han dado pero en otras no.
De cualquier forma esto siempre sera un tema controversial.
También la hipótesis del calor excesivo no es clara porque se han dado casos de calambres en nadadores con temperaturas bajas.

Es evidente que la fatiga muscular es condición sine qua non para la presencia de los calambres. Es la fatiga muscular la que altera posiblemente la correcta actividad neuromuscular. Aquí está la causa de esta disfunción muscular. En términos fisiológicos una mayor actividad excitadora del huso muscular(sensores situados en el músculo que nos informan del estiramiento y posición muscular) y un menor efecto inhibidor del órgano de golgi (sensores situados entre el músculo y el tendón que nos informan del grado de contracción muscular) provocaría un control anormal a nivel espinal o una actividad refleja anormal.
Es normalmente cuando los músculos se contraen en posición de acortamiento cuando aparecen los calambres y es con el estiramiento pasivo la terapia más efectiva para aliviar los efectos agudos de los mismos.

El ciclista en su empeño de evitar los calambres puede trabajar la flexibilidad muscular con estiramientos sistemáticos, hidratarse correctamente durante las competencias como marcan los cánones (es decir para pruebas de 1 a 3 horas con 600--1200 ml por hora con ingestas cada 10 minutos de 150 ml al 6% de CHO y entre 20-40 mmol de Na y 5 de K con 30-60 grs de CHO a la hora) o realizar entrenamientos largos de fondo para conseguir una buena base aeróbica que le permita soportar las carreras. Sin embargo no debe despreciar en mi opinión el trabajo neuromuscular.

Sabemos que el reclutamiento de las unidades motoras y de los distintos tipos de fibras musculares dependen de la intensidad del esfuerzo de tal manera que para intensidades más bajas y más duraderas participan más las fibras rojas, para intensidades superiores pero menos duraderas las fibras intermedias y para intensidades breves y máximas las fibras blancas.

Es el entrenamiento fraccionado es el que puede ayudar al ciclista a mejorar su capacidad neuromuscular es decir a mejorar el reclutamiento de fibras, la fuerza de contracción,la velocidad de conducción del impulso nervioso o aumentar los depósitos de CP. Traducido esto a la práctica se trata de realizar repeticiones cortas a la máxima intensidad de esfuerzo es decir al 100% con distintas cadencias y con duraciones variables desde los 5 segundos hasta los 12-15 segundos. Trabaja así el ciclista la vía anaeróbica aláctica empleando pausas de 3 minutos con uns reposición de casi el 90% de la energía empleada.
Este trabajo ayudaría a minimizar el riesgo de aparición de calambres musculares en pruebas con numerosas arrancadas como la disputada en el circuito de la Challenge en Antella.

CARRERA DE ANTELLA.

Volviendo a la prueba disputada en Antella el pasado sábado, el rendimiento de los corredores del Volata fue muy alto sobretodo de nuestro corredor Jorge Gil Blesa que se dio un atracón de arrancadas y disfrutó
toda la carrera de las posiciones delanteras.

Jorge Gil atacando en el repecho al salir de Sumacárcer.

Juan Ramón Gómez, Vicente Martí, Federico García, Enrique Ferruses o Pedro Merlos también rindieron a gran nivel en el grupo que perseguía a los escapada de 12 corredores y David LLueca, Francisco Blasco junto con Raúl Checa aguantaron rodando en el siguiente grupo.
Jose María Sánchez sufrío un pinchazo y tuvo que retirarse.

A diferencia de las carreras sociales de Castellón de tan solo 60 kms y en ocasiones con varios de ellos neutralizados, la prueba de Antella se corría desde el principio a un ritmo muy alto y sobre una distancia de casi 90 kms. Esta carrera supuso para nuestros corredores un esfuerzo de más de 2 horas.

200 corredores tomaron la salida en una tarde que amenazaba lluvia. La salida fue rápida y se produjeron muchos ataques hasta que en la segunda vuelta Diaz, Moreno, Mendez, Ramirez, Minguez, López, Calabuig y Fajardo formaron la escapada. Estos fueron casi cazados por el pelotón y finalmente entraron con ellos dos corredores más que fueron LLuch y, Mortes y Perales.
Fué Germán Mortes el que atacó a 2 de meta y el que se llevó la victoria al en las calles de Antella.